Nomadas 1º

19 de abril de 2022, 11:00 am. Alicante.

Ese día a esa hora inicié un viaje en bicicleta, con rumbo y destino desconocidos. Con el único propósito de experimentar, cómo sería soltar la seguridad de lo predecible, la comúnmente llamada, zona de confort…

Desde hace un tiempo sentí este impulso; ves hacia el oeste! Y experimenta en la incertidumbre de lo racional, la seguridad en lo inmaterial… y no te preocupes, en la mañana de la noche; vive cada momento plenamente y siente el movimiento inspirado… entonces, déjate llevar por Él.

Así entonces, me decidí a iniciarlo. En bicicleta, con cuatro alforjas y una caja, llenas con ropa, comida, un equipo informático portátil, placa solar, baterías y unos pocos euros (800)

La salida fue… digamos poco glamurosa. Con la bici cargada con todo, y en vertical para que cupiese en el ascensor, al llegar éste abajo, en el momento de la frenada, se abrió la caja/cesta de la comida, y toda ella se desparramo …

Así con la bici en vertical, yo en medio sujetándola y la comida por todo el suelo del ascensor, se abrió la puerta… y cómo no, ahí estaba un vecino con su cara estupefacta.

Esa fue mi salida triunfal…

En ese primer día avance apenas unos 25km (pocos para ir en bici) llegando hasta una pinada, decidí acampar. Buscando lugares tranquilos y con cobertura para el teléfono. Quería seguir con las meditaciones online. Esa tarde me conecte con el tlf apoyado en la bici y sentado en una pequeña silla plegable, a la sombra de un pino.

El día fue soleado, pero la noche fue lluviosa, parando justo a primera hora de la mañana, entonces decidí desmontar el campamento y salir… pero en el momento en el que tenia todo desmontado, empezó a llover con fuerza. Recogí como pude y me cobije bajo una pequeña carpa. Todo estaba mojado…

Después de un rato desplegué mas la carpa atándola a los troncos, habilitando un espacio más amplio sin lluvia. Así pasé el día, sintiendo la lluvia, el aire fresco, y los pensamientos recurrentes; ¿qué haces aquí?

Llegando la noche, y con ella el frio y las estrellas (por fin dejo de llover) volví a montar la tienda de campaña, me abrigue con lo que no estaba mojado y me dormí, después de lidiar un buen rato con esos pensamientos, ¿esto para qué sirve? ¿qué haces aquí?

Después de la meditación de las 6 am, «pregunte», qué debía hacer. Éste viaje hacia lo desconocido había sido propuesto por una energía interior, la misma que se produce en una intuición. Entonces me dirigí hacia ahí y pregunté… SIGUE, fue la respuesta.

Ya no llovía, desayuné, recogí todo y marche. Hacia dónde? Pregunté, HACIA EL OESTE sentí…

El cielo seguía encapotado, y los pensamientos activos, insistentes en sus preguntas sobre la locura que estaba haciendo. Entonces sentí cómo una sonrisa se empezó a dibujar en mi rostro. Fui descubriendo un cierto gusto en cada pedaleo; por una parte estaba esa parte de la mente, intensa, establecida en el tiempo, ¿hacia dónde vas? Por qué? Para qué? Y por otra parte se empezaba a sentir un bienestar fuera de eso… no lo puedo explicar mejor. Entre un pensamiento y otro, se empezó a vislumbrar un LUGAR…

Un comentario

  1. Querido Eleuterio:
    Gracias por compartir tu vida y salidas triunfales!
    Cómo he reído con tu relato, llorado y sentido.
    Vamos juntos
    Tu de noche y yo de día y V.V
    Meya

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